Chippie un perico que estaba cantando su cancion, un día su dueña decidió limpiar su jaula con la aspiradora, mientras lo hacia sonó el teléfono y la señora fue contestar, fue cuando las cosas empezaron a ir muy mal para Chippie. La aspiradora succiono al pájaro y lo envió a la bolsa de polvo. Al darse cuenta de lo que había sucedido la mujer coorio y destrozó la bolsa para encontrar Chippie, temiendo lo peor. Sin embargo, Chippie no estaba muerto, sino simplemente aturdido y cubierto de polvo. La mujer decidió que para revivirlo necesitaba bañarlo y corrió al lavabo del baño. Ella abrió el grifo y metió Chippie bajo el flujo del agua fria. Ahora Chippie esta con frio y mojado por el baño, súbitamente la señora decide secar el ave pero no con una toalla sino con el secador de cabello. Chippies ha pasado de ser absorbido, de ser casi ahogado, de ser casi quemado. A la dueña le preguntó un amigo un par de semanas más tarde acerca de cómo estaba Chippie. Ella respondió: --- "Chippie ya no canta mucho, él sólo se sienta y mira fijamente.” ¿Le suena familiar? La vida viene a nosotros a un ritmo alarmante y estamos indefensos como el pobre Chippie. Un momento que no tenemos cuidado y el nos abruma con pruebas, problemas y dificultades. A Cuando hay una tormenta, inmediatamente la asociamos con problemas muy serios y devastadores como destrucción y muerte en algunos casos. Las tormentas hablan a nuestra vida, nos comunican verdades grandiosas cuando las captamos
