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En el Salmo 37 aprendemos que la verdadera diferencia entre el buen camino y el malo está en escoger correctamente las prioridades. La sensación momentánea de prosperidad es engañosa. Deléitate en Dios y Él te concederá las peticiones de tu corazón.
Vivo en un país que se cae a pedazos cada día, donde en muchos aspectos, humanamente hablando, es insostenible vivir con algo de paz y sosiego. Sin embargo hoy para mí el sentido de esperanza, seguridad, futuro, paz, justicia, provisión , éxito, etc., es diferente y pleno que en los años de abundancia, democracia y libertad que vivimos los venezolanos. Conozco ahora que mi bendición no era vivir en unos de los lugares mas ricos y bellos del mundo, que aunque lo siga siendo, la vida nos cambió en pocos años. Me gusta mi vida, nada me ha faltado, necesito ahora muchas menos cosas que antes, en la mayoría de los aspectos no la cambio por los mejores años que viví, mi riqueza y tesoro está ahora en conocer a Dios y haber cambiado mis prioridades y planes por los de El.
Mi país va a cambiar algún día y saldrá adelante con paz y justicia porque Dios ama a ésta nación, pero sea cual sea la situación mi mayor interés y pasión solo se sustenta en vivir a través de la vida de Cristo, todo lo demás lo considero pasajero y sin mucha importancia a la luz de mi eternidad.
Gracias por esta bella e inspiradora palabra del pastor Marcos.