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EVANGELIO DEL DOMINGO 2º DEL TIEMPO ORDINARIO, 15 DE ENERO 2017-CICLO A: Jn 1, 29-34: "DIOS ES EL ÚNICO QUE CURA". También podríamos poner como título de este Evangelio: "NO ES EL SEÑOR CURA QUE CURA, SINO EL QUE CURA ES EL SEÑOR". Pero, preferí un título más corto... Pero en este título más largo se nos revela el contenido maravilloso de este Evangelio. Cualquier misa es de sanación y cualquier sacramento, porque desde que Cristo vino: no es el Cordero que salva por ser cordero, como quizá sucedía en el Antiguo Testamento, sino DIOS QUE SE HACE CORDERO PARA SALVARNOS. El sacerdote nos salva, porque nos une al Cordero que quita el pecado del mundo... Juan Bautista nos señaló la salvación: "He aquí el Cordero..." A nosotros igualmente, papás y sacerdotes, nos toca ser señales, instrumentos que conduzcan a la salvación... Dios está locamente enamorado de nosotros... Dios, existiendo desde siempre, desde siempre está buscándonos para llevarnos a la casa del Padre y ofrece por ello su propia vida en rescate. ¿Qué puedo hacer por Dios que se ha vuelto loco por mí? Aceptar su misericordia hecha perdón, a través de los instrumentos que Dios nos ha dejado: el bautismo, la confesión y todo el resto de los sacramentos, que todos son de sanación. No busquemos momentos especiales para cambiar. El Espíritu Santo está presente en cada sacramento y el Espíritu Santo dispone los corazones para ese cambio, para ese encuentro sanante... Les invito a agarrar la onda de la salvación, por los caminos de la salvación, que nos llevan a la Salvación con Mayúscula: EL ENCUENTRO DEFINITIVO CON DIOS... Un abrazo de FELIZ AÑO NUEVO! P. Salvador Gómez, L.C. PONGO MI LINK DE FACEBOOK, por si alguno quiere hacer algún comentario o quiere contactarme: https://www.facebook.com/FRSGG/