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Quizás la oración más poderosa del Universo es el Ana B´koach. Los Kabalistas revelan que esta secuencia de letras hebreas encierra el poder de la creación. El Ana B'koach está construído con 42 letras que también son conocidas como las 42 letras del nombre de Dios. Cuando quiera que nosotros conectemos con el nombre de las 42 letras, estamos conectando con la fuerza primordial de la creación. El Ana B´Koach contiene 42 palabras, lo que en numerología Cabalística corresponde a las 42 letras Hebreas del proceso creativo. El Ana B´Koach se divide en siete líneas, las cuales pueden ser vistas como secuencias de ADN, ya que representan los orígenes de los siete diferentes tipos de energía, cada uno proveniente de los siete Sefirot del Arbol de la Vida, desde Jesed hasta Maljut. Cada línea está compuesta por seis palabras. Cada palabra contiene dos partes - la primera letra de la palabra y el resto de la palabra. La primera palabra sirve como la semilla de lo que la palabra entera será cuando se manifieste, tal y como la semilla de una manzana contiene las raíces, el tronco, y las ramas del árbol en estado no manifiesto. Hay veces en que las primeras letras de todas las palabras en una línea forman una palabra, la cual es como una semilla que contiene todo lo que la frase entera (la línea) quiere decir.El Ana B´Koach se recita dos veces al día -la primera al levantarse cada mañana y la segunda al atardecer-. Al recitarla se debe visualizar concientemente la primera letra de cada palabra pronunciada. No existe virtualmente, deseo o necesidad positiva alguna que no se pueda pedir en la oración.El Ana B´Koach se puede usar para proteger a quien la reza y a sus seres amados del mal; para protegerlos en tiempos difíciles y para consolarlos en momentos tristes. Quien reza el Ana B´Koach tiene el poder de proteger lo que justamente y con todo derecho le pertenece. Nadie la puede usar para dañar a otros . No existe Cabalista auténtico alguno que se atreva a darle un uso negativo a una oración santa.Para canalizar el poder de la Luz espiritual hacia algun objetivo o problema, se debe recitar la oración entera, concentràndonos específicamente en la línea que tenga el tipo de energía que necesitemos en ese momento Ana B'Ko'ach (Ana Bejoaj o Ana B'Koach) fue escrita en el siglo primero por un gran rabino cabalístico - Rabino Nehonia. Se dice todos los días al menos 3 veces, más a menudo, si es Shabat o Yontif (Día Santo). Es mejor scuchar continuamente en alto volumen, para que se puede establecer una residencia en su ADN y recibir su efecto. Línea 1: Jesed - La línea más poderosa de la oracion. Nos debemos concentrar en ella en momentos de extremo estrés o de peligro; la secuencia de ADN del poder para proveer sosten en tiempos difíciles. Línea 2: Gevruah - El poder de cambiar sucesos y controlar las fuerzas negativas externas. Línea 3: Tiferet - La habilidad de tomar la decisión correcta, con el equilibrio y la compasión debida.Línea 4: Netzaj - El temple necesario para terminar las tareas y salir victoriosos. Línea 5: Jod - Punto de vista profundo, casi clarividente. Línea 6: Yesod - La habilidad para encontrar paz y silencio interior. Línea 7: Maljut - Renovarse para comenzar de nuevo. La oración termina con algo que podríamos llamar el cable que hace tierra:Baruch, Shem, Kevod, Malchuto, Le´Olam, Va´ED. (última línea)Estas palabras se invocan en silencio al final de la oración con el propósito de manifestar el Nombre Santo en nuestro mundo de Maljut. En pocas palabras, después de haber rezado y meditado (Las 7 líneas), debemos conectar la oración que se encuentra en el reino metafísico, al reino físico y así manifestar nuestra intención en el mundo físico de Maljut. Aunque la oración es básicamente un acto de devoción, puede ser llevada a cabo de diversas maneras y en distintos niveles. Por ejemplo, cuando un individuo repite una oración cuyas palabras quizá no entienda. Eso no importa, siempre que su intención sea de rezo. En tal caso, la oración se vuelve un poema de sonido puro, que se transforma en una extensa palabra con significado, tanto para el que la recita como para Dios.