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5 hrs de lectura para ti. Hermetismo Tibetano. Dalai Lama, Bardo Thodol. Manual de ayuda sobre la muerte, las etapas y caminos en la reencarnación. Es un libro sagrado. GLOSARIO Este breve glosario está destinado a aquellos que aún no se hallen familiarizados con los conceptos clave del pensamiento búdico. Estas definiciones son, por tanto, muy generales. Boddhisattva. Es un ser que, habiendo despertado su conciencia espiritual y habiendo alcanzado la liberación perfecta, enseña a todos los demás seres el camino de la liberación del sufrimiento. Buda. Todo Despertar, todo Desarrollo. El Altísimo que ha alcanzado su suprema Iluminación más allá del sufrimiento y de la ignorancia. El Buda ha pasado de la existencia de los fenómenos a la existencia verdadera de lo increado y, a partir de ahí, se ha hecho idéntico a la verdad ya la realidad. Se distingue al Buda de nuestra era, Gautama, de la casa de los príncipes Sakya, que vivió en la India a mediados del primer milenio a. de C., de los demás Budas de las épocas anteriores y posteriores. Como el Buda es la pura naturaleza espiritual, la conciencia universal y la realidad, todas las imágenes y todas las representaciones son insuficientes y, sin embargo, indican lo que es esa conciencia universal. Pero el Buda no es ni un Dios, ni un creador, ni un salvador. Muy al contrario, antes de su iluminación, era un ser como los demás. La Budeidad perfecta es, pues, la meta a perseguir por todos los seres. Dharma. Es la enseñanza del Buda, pero es también la Verdad en Sí, puesto que el Buda enseña la suprema realidad, la de su propio ser. Así el aspecto personal del Dharma es el ser propio del Buda, el Dharmakaya. Karma. Este concepto expresa, en primer lugar, todo acto, luego también la suma de todas las tendencias que residen en un acto, en un pensamiento o en una palabra; es decir, cierta fuerza que determina el destino del ser humano y de todos los seres vivos. Lama. Maestro espiritual en el budismo tibetano. Es, para el discípulo, idéntico al Buda, ya que transmite el Dharma. Buda y Lama son la fuente del Dharma. Es, pues, de desear que el discípulo coloque al Lama en el mismo nivel de devoción y de confianza que el Buda. Mahayana. Llamado «el gran vehículo». Reúne a todos los seres en la vía de la liberación y de la realización. La imagen-guía del Mahayana es el Boddhisattva. La compasión por todos los seres y la firme intención de indicarles el camino de la liberación del sufrimiento es la motivación de su comportamiento espiritual. El fin del Mahayana es hacer que todos los seres sean conscientes de la conciencia espiritual que habita en cada uno, y así convertirse en budas. Sangha. Comunidad de quienes siguen el Dharma y se amparan en el Buda. Concretamente, y en un sentido más restringido, este concepto designa a los monjes y monjas del Buda. Sutra. Enseñanzas del Buda que se dirigen a todos aquellos que siguen el ideal del Boddhisattva. Dice la tradición que esos sutras son las palabras auténticas del Buda. Tantra. Enseñanzas del Buda que se dirigen solamente a un público capaz de alcanzar un conocí miento particularmente profundo. Consisten en la aplicación de diversos símbolos y rituales que permiten la metamorfosis de los fenómenos impuros de la naturaleza en naturaleza indestructible, pura como el diamante, la naturaleza de la conciencia universal. Todos los rituales tántricos y las meditaciones sirven para ejercitar y realizar esta unión mística. Yi-dam. Fuerzas arquetipo que pueden visualizarse en el caminar espiritual. Estas visualizaciones aparecen bajo la forma de las divinidades indo tibetanas, y con frecuencia en actitudes aterrorizadoras. El Yi-dam es, pues, una aparición divina de las fuerzas arquetípicas que representan no el desarrollo espiritual actual del individuo, sino las fases finales de su desarrollo espiritual. Estas fuerzas son en cierto modo una instrucción preparatoria. Los Yi-dam no deben ser considerados dioses en absoluto. En iniciaciones autorizadas, el Lama ayuda al discípulo a tomar conciencia de su propio Yidam.