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El sectarismo no debe ser la posición de la Iglesia. La predicación del Evangelio, a través del servicio a la gente, fue lo que Jesús nos enseñó. La Palabra nos dice que debemos caminar en amor, y este es como un músculo, que si se desarrolla, tendremos un fluir de ese amor en nuestros corazones. El amor de Dios está en nosotros, por tanto, podemos darlo. Servir a la gente no es una obligación que conlleve una contraprestación por ello. Tampoco estamos para criticar. La Iglesia es la única que puede traer una influencia de paz a la sociedad. Este momento histórico tenemos que aprovecharlo para traer esa influencia. Estamos llamados a caminar en el amor de Dios, el cual podemos dar porque ha sido derramado abundantemente en nuestros corazones. Mi acuerdo es con gente que quiere amar a Jesús y servir a la gente sin hacer excepciones. El amor de Jesús es lo que debe tener más claro en su vida, porque ese amor es el único que cambia; cambió nuestras vidas y cambiará nuestra nación. El amor de Jesús nos mantiene unidos a Él, y si usted ama a Jesús, ama al prójimo. Si usted ama al prójimo, demuestra que el amor de Jesús está en usted. Cuando nos vinculamos con el odio, perdemos la esencia de influencia que tenemos como iglesia. Debe haber un servicio de amor por la gente genuino, sin ninguna intención que no sea esta. Estamos ocupados amando a la gente, sirviéndola, porque haremos lo que Jesús desea y nuestra nación necesita. El amor no tiene condiciones, así Jesús no trae condenación, sino que la esencia de su amor fue su propia vida. Conocer el amor de Dios hace que su plenitud venga a nuestra vida. Jesús y su amor es lo primero. Si los creyentes entienden esto, tendremos la Iglesia más poderosa, porque así como la Iglesia comenzó con amor, culminará con amor. Lo primero que conocemos de Jesús es su amor. Es peligroso cuando queremos hacer conceptos sin la experiencia de amor de Jesús. El problema con el amor es querer merecerlo, este se da solamente, no es porque pensemos que alguien lo merezca. Este amor no puede ser entendido, este no se gana, Dios nos ama sin ninguna condición. Le amamos porque Él nos amó primero. Este amor va a llegar a cada rincón de este país. La base del amor de Jesús es saber que Él me amó a mí y ama a este país porque será la punta de lanza para el gran avivamiento que se aproxima. Vienen días de gloria para nuestro país. Vamos a llenar con amor cada rincón y lo haremos para la gloria de Dios. Filipenses 3:7 “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo.” Estamos aquí para mostrarle el amor de Jesús a este país, y como lo tenemos en nuestros corazones, podemos darlo. Pueden venir días difíciles, porque hay un sistema antagónico a Jesús, y habrá obstáculos, pero nada nos hará desistir de este propósito. Romanos 8:39 “Ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.” ¿Alguien tiene esta decisión en su corazón? Si ha pensado en algo que le impida servir a Jesús, decídase hoy a soltarlo, y permitir que el amor de Dios fluya en su corazón. Jesús es la solución para cambiar a Venezuela, Él hará grandes cosas en esta nación. ¡Vienen días de gloria! Oramos por el estado Táchira, para que una influencia de paz venga a esta región, que el amor de Dios venga a cada venezolano.