24m 54slongitud

CAPÍTULO 50 Esdras, Sacerdote y Escriba COMO setenta años después que regresó la primera compañía de desterrados bajo la dirección de Zorobabel y Josué, Artajerjes Longímano subió al trono de Medo - Persia. El nombre de este rey está relacionado con la historia sagrada por una serie de providencias notables. Durante su reinado, vivieron e hicieron su obra Esdras y Nehemías. El fue quien, en 457 ant. de J. C., promulgó el tercero y último decreto para la restauración de Jerusalén. Durante su reinado se produjo el regreso de una compañía de judíos bajo la dirección de Esdras, fue terminada por Nehemías y sus colaboradores la reconstrucción de los muros de Jerusalén, se reorganizaron los servicios del templo y grandes reformas religiosas fueron instituídas por Esdras y Nehemías. Durante su largo reinado, demostró con frecuencia que favorecía al pueblo de Dios; y en sus apreciados amigos judíos, Esdras y Nehemías, reconocía hombres designados y suscitados por Dios para hacer una obra especial. Lo experimentado por Esdras mientras vivía entre los judíos que permanecieron en Babilonia era tan singular que atrajo la atención favorable del rey Artajerjes, con quien habló libremente acerca del poder del Dios del cielo y del propósito divino de hacer volver a los judíos a Jerusalén. Nacido entre los descendientes de Aarón, Esdras recibió preparación sacerdotal. Se familiarizó, además, con los escritos de los magos, astrólogos y sabios del reino medo - persa. Pero no estaba satisfecho con su condición espiritual. Anhelaba estar en completa armonía con Dios; deseaba tener sabiduría para cumplir la voluntad divina. De manera que "había aplicado su corazón a la búsqueda de la ley de Yahveh y su práctica." 447 ( Esd. 7: 10, V.B.C.) Esto le indujo a estudiar diligentemente la historia del pueblo de Dios, según estaba registrada en los escritos de los profetas y reyes. Escudriñó los libros históricos y poéticos de la Biblia, para aprender por qué había permitido el Señor que Jerusalén fuese destruída y su pueblo llevado cautivo a tierra pagana. Esdras meditó en forma especial en lo experimentado por Israel desde el tiempo que fue hecha la promesa a Abrahán. Estudió las instrucciones dadas en el monte Sinaí y durante el largo plazo de las peregrinaciones por el desierto. A medida que aprendía cada vez más acerca de cómo Dios había obrado con sus hijos, y comprendía mejor el carácter sagrado de la ley dada en el Sinaí, Esdras sentía que se le conmovía el corazón. Experimentó una conversión nueva y cabal, y resolvió dominar los anales de la historia sagrada, con el fin de utilizar este conocimiento para beneficiar e ilustrar a su pueblo. Esdras procuró preparar su corazón para la obra que, según creía, le aguardaba. Buscaba fervientemente a Dios, a fin de ser sabio maestro en Israel. Y mientras aprendía a someter su espíritu y su voluntad al dominio divino, se fueron incorporando a su vida los principios de la santificación verdadera, que en años ulteriores ejercieron una influencia modeladora, no sólo en los jóvenes que procuraban sus instrucciones, sino también en todos los que estaban asociados con él. Dios escogió a Esdras para que fuese instrumento del bien para Israel y para que pudiese honrar al sacerdocio, cuya gloria había quedado muy eclipsada durante el cautiverio. Esdras se desarrolló en un hombre de conocimientos extraordinarios, y llegó a ser "escriba diligente en la ley de Moisés." (Vers. 6.) Estas cualidades hicieron de él un hombre eminente en el reino medo - persa. Llegó a ser Esdras un portavoz de Dios que educaba en los principios que rigen el cielo a cuantos le rodeaban. Durante los años restantes de su vida, tanto mientras estaba cerca de la corte del rey de Medo - Persia como cuando se hallaba en Jerusalén, 448 su obra principal consistió en enseñar. A medida que comunicaba a otros las verdades que aprendía, aumentaba su propia capacidad para el trabajo. Era hombre piadoso y celoso. Fue delante del mundo un testimonio del poder que tiene la verdad bíblica para ennoblecer la vida diaria. Los esfuerzos de Esdras para hacer revivir el interés en el estudio de las Escrituras adquirieron carácter permanente por la obra esmerada a la cual dedicó su vida para preservar y multiplicar los Escritos Sagrados. Recogió todas las copias de la ley que pudo encontrar, y las hizo transcribir y distribuir. La Palabra pura, así multiplicada y puesta en las manos de mucha gente, le comunicó un conocimiento de valor inestimable.........