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El Libro de Mormón es otro testigo de que Jesucristo realmente vive, que es el Hijo de Dios. Contiene los escritos de profetas antiguos. Uno de ellos, Lehi, vivió en Jerusalén alrededor del año 600 a.C. Dios mandó a Lehi que dirija un grupo pequeño de personas al hacia el continente americano. Allí se convirtió una gran civilización. Dios continuó llamando profetas entre estas personas. El Libro de Mormón es una colección de los escritos de aquellos profetas y guardas de los registros. En septiembre de 1823, José Smith recibió una visita de un mensajero celestial llamado Moroni – el ultimo de los antiguos profetas que custodió los registros – de la misma manera que los ángeles apreciaron a menudo a líderes de la Iglesia en el Nuevo Testamento (véase especialmente el libro de Hechos). El ángel Moroni informó a José que Dios tenia una obra para él. Moroni dijo a José que un registro de los antiguos habitantes del continente americano fue enterrado en una colina cercana y que el registro contiene la plenitud del Evangelio de Jesucristo. En septiembre de 1827, José recibió el registro, que fue escrito en finas laminas de oro. Ahora sabemos que no era raro que las personas de aquella época en América llevaran registros en planchas de metal. José tradujo el Libro de Mormón: Otro testamento de Jesucristo. Lleva el nombre de Mormón, un antiguo profeta que hizo un compendio de los registros sagrados de su pueblo. El Libro de Mormón fue publicado en 1830. Desde entonces se ha bendecido la vida de millones de personas a través de su poderoso mensaje acerca de Jesucristo y su Evangelio. El libro verifica, como otro testamento de Cristo, la realidad y la adivinad de Jesucristo. Estos profetas sabían sobre el Plan del Padre Celestial para sus hijos y la misión de Jesucristo. Ellos registraron que Cristo apareció, después de Su resurrección, a las personas en América, les enseñó Su Evangelio, y formó Su Iglesia entre ellos. El Libro contienen las enseñanzas de Jesucristo, testificando de Su expiación y Su amor. Apoya y verifica la Biblia. La Biblia contiene profecías acerca de estas personas en América (véase: Ezequiel 37:15-17 e Isaías 29:18). El Libro de Mormón concluye con una gran promesa que los que lo leen y sinceramente oran al respecto, sabrán por el Espíritu Santo que es verdad (Moroni 10:4).