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Elegir una Biblia es la cosa más divertida, curiosa, fascinante, e increíble que puedes hacer en tu vida... o al menos en la mía así es. El sólo hecho de caminar en el pasillo de la librería, y mirar todas las posibles opciones, las grandes, las pequeñitas, las de colores o las típicas de tapa negra, hace que desde que me levanto ese día, mi día ya sea genial. Luego viene el sostener la Biblia en mi mano, el cargarla y saber si es muy pesada o es perfecta para llevarla en mi bolsa... Poco a poco se va volviendo más mía, que cuando simplemente la deseaba. Mientras tomo la decisión de cuál compraré, pienso en ¿qué nuevo reto representa?; ¿Es una versión que no he leído aún?, ¿Tiene ayudas que no había encontrado antes como extractos de libros, o un conteo diario de cuánto debo leer para cada día? Me inspira mucho que sea bonita por fuera, y tenga el suficiente potencial por dentro para decorarla. Márgenes más amplios, letra grande, espacio entre libro y libro dentro de la Biblia. Amo mis Biblias porque son solamente mías una vez que empiezo el proceso de personalizarlas... con sticky notes, marca textos, impresiones o dibujos... Te deseo que el proceso de adquirir tu nueva Biblia, sea igual de maravilloso.