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Juan 15-1 al 8 Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos. La gran tragedia de la iglesia es que están separados de Jesús, se desconectó, para conectarse a sistemas de hombres, religiones y liderazgo que están mediando entre Dios y los hombres; y esto los lleva a la muerte. Por eso la ciudad está en pecado, pobreza y delincuencia. Cuando una iglesia está conectada a Jesús, está llena de vida. Jesús es el camino, no el Pastor, no la Sociedad, no un líder. Los líderes deben dejar de ser mediadores y convertirse en conectores de Jesús. Una iglesia conectada a Jesús va camino a influenciar una ciudad. Que hace un pámpano cortando otro pámpano, sacándolos de la iglesia, donde el único labrador es el Padre. El diablo ha tomado territorio quitándole a la iglesia el Poder. Tenemos que traer de nuevo a Jesús a las iglesias. La iglesia perdió su propósito, no entendió su lugar, se volvió un club social. La gente se ha ido detrás de las añadiduras y han dejado a Jesús. Es una iglesia consumidora, creen que Jesús murió para darles todo lo que pidan materialmente. 2 corintios 5-15 Y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. Jesús murió por ti y por mí para vivir ahora para El. Hoy la iglesia aprovecha un poco de unción para empezar a pedir, se volvió una iglesia egoísta, consumidora. Pablo no tuvo doctrina, él le dijo a Jesús: que quieres que haga. Jesús murió en la cruz para que nuestra vida sea dedicada a Él; no para complacernos a nosotros mismos. Necesitamos gente que deseen ver el Rostro de Jesús y no solo sus manos, esperando recibir. La iglesia no entiende el propósito de Dios, y si no conoces tu propósito jamás serás enteramente feliz. Tenemos que dar fruto, el fruto no alimenta el árbol, el fruto es para alimentar a otros. La iglesia tiene que ser dadora. Hay un tesoro dentro de ti. El cofre no es lo importante, es lo que hay dentro, no se trata de ti, sino del Jesús que llevas dentro. Hay gente que está envuelta en tanta fiesta religiosa, que pierden a Jesús. Pablo entendió que su vida era para cumplir el propósito de Dios. Proverbios 19-21 El corazón humano genera muchos proyectos, pero al final prevalecen los designios del Señor El propósito es más importante que tus planes. El propósito de Dios siempre va a prevalecer. Tenemos que vivir esta vida de forma histórica y eterna. Aquellos dadores harán historia. Serás parte de los que hacen historia en Costa Rica o solo la contaras. La iglesia está sin fruto porque se desconectó de Jesús. Sirviendo y dando Dios te bendice, no solo pidiendo. Jesús le dijo al Padre: Yo iré, entregare mi vida, no le puso condiciones; y hay gente que le pone condiciones y escusas a Dios antes de servir. Jesús decía: si no das fruto, no eres mi discípulo. Hay mucha gente en la iglesia religiosa, altos, rectos y con hermoso follaje, pero sin fruto. A Dios le interesa que demos frutos.