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LA SAL DE LA TIERRA (MATEO 5:13). El mundo al que vino Cristo: Corrompido; podrido; muriendo. Lleno de tinieblas; ciegos guiando a ciegos. El reto para los discípulos de Cristo: Su reino debe influir en el mundo. Lo hace POR MEDIO de su CARÁCTER: por lo que ES (sal; luz). Si no SOMOS lo que debemos SER (Mateo 5:1-12) no podemos ejercer esta influencia. Las características de la sal: Previene la corrupción. La sal es elemento principal en el líquido para embalsamar los cadáveres. Note el ejemplo de Sodoma (Génesis 18:16-33; especialmente 18:32; Génesis 15:16; compare II Pedro 3:9). Añade sabor (Mateo 5:13). Su presencia es notoria (Salmos 107:1,2). Esta en la tierra donde se necesita - no aislada (Jeremías 9:2). Si NO cumplimos con nuestra tarea en el mundo, nos volvemos inútiles como la sal que pierde su sabor y así su utilidad. II. LA LUZ DEL MUNDO (MATEO 5:14-16). El mundo esta en tinieblas (Juan 1:5; 3:19; Romanos 13:2; I Juan 1:6). Cristo es LA LUZ (Juan 1:1-5; I Juan 1:5; Juan 8:12; 9:4,5; 12:35). Los discípulos de Cristo son LA ÚNICA LUZ PARA EL MUNDO HOY DÍA (Filipenses 2:14-16; Efesios 5:8-13; Colosenses 1:12-14; I Tesalonicenses 5:4,5; I Pedro 2:9; Lucas 16:8; Juan 12:36). Las características de la luz: Ilumina (II Corintios 4:6; Salmos 119:130). Es pura; no puede ser corrompida (I Juan 1:5-2:2; 3:3; I Pedro 2;21,22; Hebreos 4:15). Guía y dirige (Salmos 119:105). Revela peligros (Juan 3:19,20; Efesios 5:13). Vivifica (Juan 1:4; II Corintios 4:4; el ejemplo de las plantas). No se esconde (Filipenses 2:15,16). Si la luz no es visible, no cumple su propósito. Dios no es glorificado si el mundo no observa nuestras buenas obras.