0m 0slongitud

El Amor es el Sumum de la sabiduría. El Amor es la vida que palpita en cada átomo como palpita en cada Sol. El Amor no se puede definir, porque si se define se desfigura. El Amor se siente en lo hondo del corazón, como una vivencia íntima y deliciosa, como una música inefable, como un néctar embriagador, indefinible y místico. Un pañuelito, un retrato del ser amado, una carta, exalta nuestro espíritu y nos hacen comulgar con la música inefable de las esferas. El Amor es un quinto elemento de la Naturaleza en proceso de evolución. Día llegará en que ese quinto elemento de la Naturaleza, transformará la faz de la Tierra y se manifestará materialmente como la tierra, como el aire, como el agua y como el fuego. Entonces podremos fabricar objetos de Amor, y aunque a muchos parecerá una fantasía este concepto del autor, el místico ocultista sabe que eso es así. Los cuatro elementos de la Naturaleza: tierra, agua, aire y fuego, tuvieron a través de siglos y de los eones que pasar por un largo proceso de evolución y transformación. El Amor está pasando actualmente por ese análogo proceso de evolución milenaria. Ese quinto elemento de la Naturaleza fue traído a nuestro planeta por el divino Rabí de Galilea, allá en los tiempos antiguos de la vieja Palestina. El Amor es pues, la fuerza Crística que anima todo lo creado y que embellece la vida. El Amor dignifica los hogares y los alimenta con su fuerza sagrada. El matrimonio que se realiza sin Amor, únicamente por motivos de interés personal, es un insulto a la vida. Un sarcasmo, una ironía que a nada conduce. Esos matrimonios fracasan inevitablemente y fracasan porque no tienen base para sostenerse. Hay que hacer una diferencia entre el Amor y la pasión. El Amor es puro y santo. La pasión es una manifestación morbosa de la sexualidad, una aberración de la bestia humana. El Amor es absolutamente desinteresado. El que ama se siente capaz de sacrificarse por el ser amado. No estoy de acuerdo con las frases del mago negro Omar Cherenzi Lind cuando dice que el Amor no correspondido no es Amor, sino un capricho, un síncope de la sexualidad reprimida y nada más. Ello no es así. Cristo, el divino Rabí de Galilea amó a la humanidad entera a pesar de que la humanidad no le correspondió su Amor; él amó a sus peores enemigos y dijo: "Señor, Señor, perdónalos porque no saben lo que hacen". Hay muchos seres que aman sin ser correspondidos en el Amor y sin embargo aman. Y en la alta Iniciación hay que llegar hasta besar el látigo del verdugo. El hogar es un altar donde oficia la mujer. El hombre actual ha prostituido a la mujer con su fornicación y sus instintos pasionales depravados. El hogar moderno se ha degenerado por la fornicación. En los antiguos tiempos el acto sexual se llevaba a cabo cuando se deseaba engendrar un hijo y esto se hacía como un sacrificio en el altar del matrimonio, para brindar cuerpo a alguna Alma que deseaba venir al mundo.