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En to stavro pares tosa (Anónimo) - "Canto Bizantino". ('De pie junto a la cruz'). Intérpretes: La Capella Reial de Catalunya - Director: Jordi Savall. - Marc Mauillon (Barítono) - Daniele Carnovich (Bajo) - Francesc Garrigosa (Tenor) - Jordi Ricart (Barítono) (http://www.alia-vox.com/) Jordi Savall on Spotify: https://play.spotify.com/artist/3faEZMpTmZFXpELU1EwWNL Jordi Savall on Facebook: https://www.facebook.com/JordiSavallOfficialPage Imágenes: Pinturas Bizantinas. LETRA: (Traducción) De pie junto a la cruz, la pura, inmaculada, del Salvador la madre y a un tiempo virgen, entre lamentos gritaba deshecha en ardientes lágrimas: ¿Qué gran prodigio es este que ven mis ojos hoy? ¡Cómo la Vida saborea la muerte, pobre hijo añorado! ¿Qué es esto tan extraño? El gran misterio que en la tierra a ocurrido para salvación de Adán y con él, de quienes te enaltecen, el sufrir que aceptas de buen grado, la resurrección divina, y tu concepción sin simiente. [CANTO BIZANTINO]: "Podría definirse el Canto Bizantino como la expresión musical utilizada por la Iglesia Ortodoxa Griega en su liturgia y celebraciones. Su carácter exclusivamente vocal (la única excepción es el empleo ocasional de campanas y un instrumento de madera también percutible denominado toaca), y monódico (en esto se aproxima al canto gregoriano, su equivalente aunque tan sólo sea en cuanto a función, en el ámbito de la Iglesia Occidental), son dos de sus rasgos más peculiares. El tercero, el hecho de estar vinculado de un modo absolutamente esencial a la lengua griega, lengua litúrgica por antonomasia para el cristianismo, pues en ella se escribieron sus textos fundacionales. Asimismo es de especial importancia, para el tema que nos ocupa, la primera traducción del Antiguo Testamento a una lengua distinta del hebreo, la denominada Septuaginta o Biblia Griega (sobre este texto realizó San Jerónimo su versión latina de la Biblia, la denominada "Vulgata"). Finalmente en lengua griega tuvo lugar durante los primeros siglos del cristianismo un brillante florecimiento de la himnografía religiosa llevada a cabo por poetas músicos, entre los cuales cabe destacar Romanos el Melodista o Juan Damasceno. El realce de estos textos, por encima de cualquier razón estética, es el cometido primordial encomendado al Canto Bizantino, con la sola excepción, de la composición puramente musical denominada Krátima. Aunque su periodo fundacional haya de establecerse obviamente a partir de los siglos II o III de nuestra era, como es lógico suponer, las primeras expresiones musicales cristianas debieron de estar profundamente influidas por los cánticos propios del culto judío. Sin embargo, con el tiempo y su incontenible expansión en el área cultural helénica, hubo de producirse el fenómeno de sincretismo antes apuntado mediante el cual, con toda seguridad, se introdujeron en el repertorio bizantino elementos propios de las expresiones musicales cultuales paganas, tanto de origen mistérico como del culto oficial, y asimismo de música profana. Señal de ello lo constituye la evidencia de que, tanto la teoría musical como el complejo sistema de notación adoptado por el canto bizantino en sus comienzos, fue el que utilizaban los griegos en la Antigüedad. Tras estos comienzos un tanto oscuros, el Canto Bizantino tiene su primer gran periodo de expansión entre los siglos V al XI. Siguiendo el modelo de la hímnica griega (de Píndaro por ejemplo), aparece una pléyade de poetas músicos, que sientan las bases en torno a las cuales de un modo constante, se va a asentar el desarrollo posterior. Entre ellos habremos de destacar a Romano el Melodista (siglo V-VI) y a Juan Damasceno (siglo VI-VII). A este último se atribuye el establecimiento de los ocho modos o tipos melódicos que caracterizan al canto bizantino hasta nuestros días, el denominado "octoeco" bizantino: el I, II, III, IV (en griego se numeran de la letra alfa a la letra delta) y sus correspondientes modos "plagal". Con carácter general existen dos formas de interpretar el Canto Bizantino: La individual, por medio de un psaltis o cantor, y la colectiva a través de un coro tradicionalmente masculino. En la mayoría de los casos, tanto el psaltis como el coro son acompañados por uno de los elementos más llamativos de este estilo para un oyente habituado a la música occidental y que le prestan un carácter que podríamos calificar de "místico y sobrecogedor", 'los isócrates', quienes tienen como función emitir un bordón vocal que marca el tono predominante de la composición ejecutada. Esta especie de "zumbido cósmico" representa para los teóricos de este estilo musical la propia unidad y concordia entre los creyentes." - (Rafael Lobarte Fontecha). https://musicarenacentistaybarroca.wordpress.com/2013/12/13/el-canto-bizantino/ http://www.aragoneria.com/cronista/09/bizan01.htm http://es.wikipedia.org/wiki/Isocr%C3%A1tima