Lamentablemente, muchos de los redimidos se enfocan en los privilegios y bendiciones y se olvidan por completo de sus deberes. Muchos cristianos creen que la guerra espiritual es echar demonios en el nombre de Cristo, decretar, atar o desatar... otros saben que esta no es la definición de guerra espiritual, pero igual olvidan su deber como militantes de la causa de Cristo. El cristianismo bíblico no tiene elementos de activismo social ni mucho menos político. Por el contrario, el verdadero cristianismo es sinónimo de militancia en las filas del Redentor, de guerra bajo su estandarte y de lucha contra la mentira y la herejía con el fin de que por la gracia de Dios, las almas perdidas puedan rendirse cautivas a Cristo. La verdadera guerra espiritual es el ganar almas para Cristo! Sermón de 40 minutos | Exhortación al servicio cristiano |
