Descripción: El mensaje de la Biblia es orientado en presentar a DIOS, completamente en contra de lo que consideramos es justo y razonable y tergiversa nuestra concepción de Dios. Entonces es menester evaluar cuando un documento como la Biblia presenta a DIOS avalando los siguientes malos comportamientos de los seres humanos como son los siguientes: La VIOLACIÓN-RAPE La ESCLAVITUD – SLAVERY La TORTURA El ABUSO INFANTIL Los ASESINATOS Y GENOCIDIO Los SACRIFICIOS HUMANOS Y DE ANIMALES El ROBAR La MENTIRA DIOS es Fuego Consumidor, según la Biblia... DIOS ES CELOSO DIOS Vengador y Destructor Estos comportamiento incorrectos, no pueden ser justificados porque eran costumbres de aquellos tiempos, porque el Bien y el mal siempre son bien definidos, y no es el tiempo el que los puede justificar o no, sino el comportamiento y lo que este comportamiento puede influir en los seres humanos que son victimas de abusos. Nada justifica la el. Pero como es posible que la Biblia sea infalible o inspirada por Dios, si primero se presenta a Dios como: Ruin, perverso, vengador, celoso, asesino, ratero, violados, sin respeto a la vida humana y no es posible que el Dios Bueno y soberanamente Justo y bueno que conocemos pueda avalar estos malos comportamientos. Sin duda alguna, estos comportamientos definidos en la Biblia, delatan una realidad: La Biblia no fue Inspirada por Dios, fue producto de la narración de los hombres que la escribieron con todas sus faltas y sus concupiscencias. Sin embargo los que defienden la biblia nunca predican de estos temas, prefieren pasarlos por alto y tratan de hacer ver que la Biblia como un Libro Sagrado, por ser la Palabra de Dios y haber sido inspirada por Dios. El Espiritismo es atacado por los fundamentalistas cristianos, con falsos argumentos y basado en la ignorancia y en contra del mejor deseo de ayudar al adelantamiento de la humanidad. Cada cual puede forjar su opinión, pero como Espiritista tengo todo el aval del Espiritismo, cuando doctrinas perniciosas difunden mentiras y una concepción equivocada de la realidad espiritual. http://youtu.be/RrflNQNAlSM
¿Cómo reconocer un “Espiritista Verdadero”, en el Espiritismo?
“Solo reconoce por adeptos suyos a los que practican su enseñanza, es decir, a los que trabajan en su propio mejoramiento moral, esforzándose en vencer sus malas inclinaciones, en ser menos egoístas y orgullosos, más afables, más humildes, pacientes, benévolos, caritativos para con el prójimo y moderados en todas las cosa, pues este es el signo característico del espiritista verdadero…”
Un Espiritista Verdadero, no es el que cobra menos dinero. Esos son “Charlatanes”, infiltrados en el Espiritismo. Los “Charlatanes”, son los que cobran dinero en el Espiritismo.
Evaluar a un Espiritista, y saber si es uno Verdadero, se necesita tener conocimiento adquirido, mediante la lectura de los Libros Codificados de Allan Kardec, Así se puede verificar la autenticidad.
Allan Kardec fue enfático en hacer la diferencia y específicamente, los diferenció de los perturbadores y detractores del Espiritismo en el Libro de los Médiums, articulo #336 en adelante.
#336. No nos olvidemos de que el Espiritismo tiene enemigos interesados en impedir su avance, y sus triunfos les causan irritación. Los más peligrosos no son aquellos que lo atacan abiertamente, sino los que actúan en la sombra. Son los que con una mano lo alientan, y con la otra lo atacan. Esos seres malévolos se infiltran en todas partes donde puedan introducir el mal. Como saben que la unión Reuniones y sociedades espíritas hace la fuerza, tratan de socavarla sembrando la discordia. Así pues, ¿quién podrá afirmar que, en las reuniones espíritas, las personas que esparcen la perturbación y la cizaña no son agentes provocadores, interesados en el desorden? De seguro no son espíritas verdaderos, ni buenos espíritas. Nunca harán el bien, pero pueden hacer mucho mal. Se comprende que para ellos es infinitamente más fácil infiltrarse en las reuniones numerosas que en los grupos pequeños, donde todos se conocen. Merced a maniobras solapadas, que pasan desapercibidas, siembran la duda, la desconfianza y la enemistad. Con un hipócrita interés por la causa, critican todo, forman conciliábulos y bandos que posteriormente destruyen la armonía del conjunto, pues eso se proponen. Con esta clase de personas, apelar a los sentimientos de caridad y fraternidad equivale a hablar a quienes desean ser sordos, porque su objetivo consiste precisamente en destruir esos sentimientos, que constituyen los mayores obstáculos para sus maniobras. Ese estado de cosas, lamentable en cualquier sociedad, se vuelve aún peor en las sociedades espíritas, porque, si no ocasiona una ruptura, genera una preocupación que es incompatible con el recogimiento y la atención.
337. “Sin embargo –se dirá–, si las reuniones van por mal camino, los hombres sensatos y bienintencionados que las frecuentan, ¿no tendrán derecho a ejercer la crítica? ¿Deberán, acaso, dejar que el mal se instale, sin decir nada, y aprobar todo con el silencio?” De ningún modo, pues les asiste ese derecho, e incluso constituye un deber. Pero si la intención que los anima es realmente buena, emitirán sus opiniones con discreción y benevolencia, abiertamente y no a escondidas. Si no son escuchados, se retirarán, pues no se puede concebir que quien no proceda con segundas intenciones se obstine en permanecer en una sociedad donde se hacen cosas que lo perjudican. Así pues, se puede establecer como principio que todo aquel que en una reunión espírita incita al desorden o a la desunión, de manera ostensible o encubierta, a través de cualquier medio, es un agente provocador o, por lo menos, un muy mal espírita, del que es preciso desembarazarse cuanto antes.
No obstante, los compromisos mismos que vinculan a los integrantes de la reunión suelen crear obstáculos para eso, de ahí que sea conveniente que se eviten los compromisos indisolubles. Los hombres de bien siempre se comprometen en la medida de lo necesario, mientras que los malintencionados lo hacen en exceso.
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Pero los Santeros, los brujos, los hechiceros y los adivinos entre otros, tienen un concepto diferente de lo que es un Espiritista Verdadero. Puedes tu mismo verlo en el siguiente enlace: Espiritista Verdadero, según la Santería.
Los Espiritistas No somos adivinos ni hechicero, ni santeros ni brujos.
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La superstición es ignorancia, en este caso de las leyes naturales que rijan el universo, sugiero que no justifique sacrificios de animales, eso no permite tu adelanto del Espiritu. Pero agradezco tu comentario y por haberlo hecho de manera respetuosa. Los ritos de sacrificios solo lo justifica la biblia y la religiones, pero no el Espiritismo codificado por Allan Kardec. Fuera de esas supersticiones de sacrificios de animales, se protege el Libre albedrío y el libre pensar de los demás. Cualquier rito de sacrificios de animales o plantas, solo logra que espiritus inferiores los asistan por la ley de afinidad. Ningun espiritu bueno se presta para esas actividades de ritos. Repito, ningun rito es aceptado en el Espiritismo que esta contenido en los Libros codificados.