3m 33slongitud

-Dejamos atrás los ángeles y los santos, dejamos atrás la luz misma y penetramos en la divina oscuridad, en el vacío, al tiempo que dejamos atrás la existencia y todos nuestros actos son perdonados y disueltos en el olvido. Tenía que haberse dado cuenta de lo que sucedía, de que estábamos alejándonos cada vez más, que se me rompía el corazón pero tenía demasiado orgullo para decírselo. Parecía que todas las grandes lecciones de mi vida las había aprendido a través de la renuncia del miedo. Respiramos la luz, respiramos la música, respiramos el momento en que pasa a través de nosotros.-