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“La oración abre la puerta a lo sobrenatural” La oración abre la puerta a lo sobrenatural, porque estamos invitando al cielo a intervenir en la tierra. Juan 1: 48-51: “Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño. Le dijo Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús y le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi. Respondió Natanael y le dijo: Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel. Respondió Jesús y le dijo: ¿Porque te dije: Te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que estas verás. Y le dijo: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre.” Cuando cree en oración, abre puerta a un movimiento de lo espiritual; ángeles comienzan a moverse. La oración abre la puerta a lo sobrenatural. Cuando oramos nos despojamos de la preocupación y creemos que por lo que oramos se manifestará. Entretanto, el que no ora se mueve por las circunstancias, que son pasajeras, termina por ser persuadido que lo que sucede no va a pasar. La única manera de cambiar este país es orando. Jesús conoció a Natanael en oración, enseñándonos esto que orando se puede visionar; el que ora siempre verá lo que viene. Asimismo, otra característica del que ora es que puede abrir el cielo sobre su cabeza y cerrar el infierno bajo sus pies. La oración permite que lo sobrenatural se abra sobre nosotros y el infierno se cierre. Asimismo, cuando sobre un país el cielo se abre, el infierno se cierra. Las manifestaciones sobrenaturales de los Hechos tuvieron lugar mientras la iglesia oraba (Hechos 2 y 4) ¿Qué se logra con la oración? La oración genera saturación espiritual. Esto es un fenómeno espiritual que ocurre sobre una persona, grupo o país, que ora insistentemente. De manera que, no piense que porque no ve todo aquello por lo que está orando, va a perder su oración. Antes bien, se empieza a generar esta saturación espiritual y crea la atmósfera para que ocurra un milagro, conforme al diseño de Dios. Usted tiene que creer en lo sobrenatural, porque todo lo que connota a Dios es espiritual y por tanto es sobrenatural. Hay situaciones que no van a ser afectadas sino por una intervención de Dios, sobrenatural. Una de las cosas que estoy seguro que vio Natanael fueron las manifestaciones de poder de Jesús: sanidades, liberación de personas endemoniadas, una tormenta acallada en medio del mar. La oración te permite afectar de manera directa las circunstancias. La oración trae estrategias, y todo lo que Dios pone en el vientre espiritual de un hombre o mujer, lo hace a través de la oración. La Palabra es ancla para mi alma, por ello necesitamos la Palabra; y si requiere una intervención de lo sobrenatural, manténgase orando. Mientras oramos tenemos el derecho a una nueva experiencia con Dios. Los ángeles se movilizan cuando oramos. La oración es el trabajo de parto de la Iglesia para traer a luz los milagros, y los ángeles partearán ese milagro, y este país lo verá. ¡Veremos nuestro milagro!