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El Juego de Pelota de Fuego simboliza la creaciòn del mundo, de acuerdo con la cosmogonía prehispànica de México. De acuerdo con el Popol Vu, el libro sagrado de los mayas, los hermanos Hun Ahpú e Xbalanqué padres de los hombres, se divertìan en el cementerio jugando a la pelota con una bola de hule. Los señores de Xibalba (el inframundo) dijeron: ¿quienes son estos que otra vez comenzaron a jugar sobre nosotros? No nos tienen ningún respeto, hacen mucho ruido". Y dijeron a los tecolotes mensajeros: "Díganles que vengan acá a jugar con nosotros, que estén aquí dentro de 7 días y que nosotros queremos jugar con ellos para divertirnos tambièn". Los hermanos Hun Ahpú e Xbalanqué se presentaron ante los señores de Xibalbá y empezaron a saludarlos diciendo: -señor Hun Camè, -señor Vucub Camé, -señor Xiquiripat, -señor Cuchu Maquic -señor Ahal Puh -señor Ahal Cana -señor Chamia Bac -señor Chamia Holom -señor Quic Xic -señor Patan -señor Quic Rix Cac -señor Quic Re A todos les vieron las caras y a cada uno le fueron diciendo su nombre y no olvidaron ninguno. "¡Ea! -dijeron los señores de Xibalbá- ¡vamos muchachos, a jugar a la pelota! ¿donde echaremos nuestra pelota de fuego?" Los de Xibalbá arrojaron la pelota y ésta fue derecho al bate del hermano Hun Ahpú, al ver los señores que regresaba la pelota, con la pala la rebotaron a gran velocidad, con agudo herir; y ésta se fue saltando hasta la superficie, sobre la tierra. En realidad lo que querían los señores de Xibalbá era que los hermanos muriesen en el juego de pelota, pero no lograron vencer a los muchachos, sino que fueron ellos los vencidos. Y fue así como los hermanos vencieron a los señores de Xibalbá, ellos debieron permanecer en el inframundo y los hombres se ganaron el derecho de jugar a la pelota sobre la Tierra.