2m 29slongitud

Cómo no sentir agradecidos, de poder comunicarnos aún así como niños con nuestro amoroso Padre Eterno, y sentir en nuestro corazón que Su bondad y misericordia nos acompañan, aliviando nuestras cargas y dándonos las fuerzas necesarias para ser mejores y así regresar a Su presencia.-