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Existen muchas persona sin esperanza, pero algo que debemos admirar de los cristianos de la Biblia, es que ellos siempre estaban esperanzados en la fe en Jesús. Debemos entender que el diablo conoce los planes que Dios tiene para esta nación, por eso quiere usar mecanismos que dañen y retrasen esas promesas, por lo que debemos ser consciente y responsables en entender los tiempos que Dios tiene para este país. No podemos empezar a buscar culpables por lo que está pasando en el país, porque nuestra responsabilidad es orar para que Dios actúe a favor del país. Nehemías fue un profeta que fue llevado deportado fuera de su país, y se levantó con carga por su pueblo. Él había ganado el favor del rey convirtiéndose este en una autoridad dentro del reino. Logró, de esta forma, con el favor del rey, realizar una visita a su país, y lo que vio fue ruina. Pero, en lugar de quejarse o frustrarse, al ver esto, él lo que hizo fue llorar y tuvo una carga por el país, en su corazón. Nehemías habla con el rey y le dice que necesita regresar a reconstruir su país, y el rey entiende esa posición tan alta y le da apoyo para que Nehemías reconstruyera el país. Al llegar Nehemías a Jerusalén empezó a cabalgar por toda la ciudad, observando que el país estaba en condiciones muy precarias. Allí, él le dice al pueblo que la mano de Dios está sobre él para reconstruir el país, y les animó a levantarse y edificar la ciudad. (Nehemías 2:1-20) Vamos a levantarnos a edificar este país, no a criticar o quejarnos, y sin buscar culpables. Cuando pienses en ayudar, piensa en el país. ¿Qué vamos a hacer por el país? No podemos dejar el destino de nuestro país en mano de los hombres, debemos poner nuestro país en mano de Dios. Necesitamos empezar a sembrar los valores de Jesús en los corazones de cada venezolano. ¡Levantémonos y edifiquemos! Nehemías 18:2 Pensemos en invertir en nuestra nación. El dar levanta la esperanza. Nuestra esperanza no puede basarse en hombres, necesitamos una intervención sobrenatural. Tiene que venir una influencia nueva y diferente que traiga carácter espiritual, para edificar un país. Esa nueva influencia debe estar ligada a valores que anclen al país a un verdadero desarrollo integral y no para depredarlo. La solidaridad es una rama que viene del amor, es por eso que debemos entender la necesidad de muchas personas en nuestro país, que están en una situación de necesidad extrema. Tenemos un compromiso con el país y debemos levantarnos y edificar a nuestra nación. Ten presente que lo que haces por el Reino de Dios no es para que sea reconocido por el hombre; debemos solo desear el reconocimiento del cielo. No hay nada más terrible para Satanás, que ver el pueblo de Dios edificando un país. Muchos quieren parar la obra de Dios, pero Dios no puede ser detenido, pues lo que ha nacido en este país, no es de la visión de hombre, sino del corazón de Dios. Nuestra fe en Jesús debe ser fuerte, porque mayor es el que está en nosotros. Si vemos en la Biblia que Abraham y Gedeón conquistaron reinos con pocas personas, y no lo hicieron por la fuerza, sino que lo lograron por la convicción que tenían en Dios. Tú y yo no somos débiles, porque tenemos la fuerza de Dios, y vamos a hacer lo que Dios nos mandó. Existen muchos que son buenos adorando y sirviendo cuando no tienen problemas, pero el verdadero adorador y servidor es aquel que no le importa por lo que esté pasando, porque sabe que su relación con Dios es más importante que las circunstancias. Vemos en este caso a Job, cómo le llegaron muchas noticias malas por cada uno de sus siervos, pero la actitud de Job fue de adoración, no maldijo, no culpó a Dios ni al diablo; lo único que hizo fue adorar a Dios. Por eso, no claudiques ante los problemas o malas noticias, solo adora a Dios y verás que el diablo le teme a un hombre o a una mujer que adora a Dios a pesar de lo que el diablo haga. Cuando te levantas a edificar, lo haces para Dios, así que lo que hacemos no viene del deseo de un hombre, viene de la voluntad de Dios y nadie pelea contra Dios y gana; Dios siempre vence al que se levanta en su contra. Dios nos llama para darnos victoria y esperanza. Somos nosotros las piedras que Dios eligió para reconstruir este país, Él te escogió y te está limpiando cada día. Dios está buscando piedras para que seas afinado y limpiado, para edificar este país, y estas piedras, unidas, construirán un muro que evitará que el diablo entre a Venezuela. ¡No te desanimes, porque Dios va a cumplir su propósito en este país, y te va a usar a ti.