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Bienvenidos hermanos a esta celebración. Hoy, en toda la Iglesia, se nos propone un tiempo especial: la Cuaresma: Comenzamos un camino junto a Jesús, que iremos profundizando a través de las lecturas hasta llegar a la Cruz y Resurrección. Con el símbolo de la ceniza, manifestamos que en medio de nuestra debilidad contamos con la misericordia de Dios que nos acoge en nuestro arrepentimiento y nos ayuda a vivir como Jesús nos enseña. Las palabras que nos recuerda el Papa Francisco “Misericordia quiero y no sacrificios”, nos ayudan a experimentar el amor de Dios y compartirlo con nuestros hermanos.