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12:32 No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino. 12:33 Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye. 12:34 Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. 12:35 Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas encendidas; 12:36 y vosotros sed semejantes a hombres que aguardan a que su señor regrese de las bodas, para que cuando llegue y llame, le abran en seguida. 12:37 Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles. 12:38 Y aunque venga a la segunda vigilia, y aunque venga a la tercera vigilia, si los hallare así, bienaventurados son aquellos siervos. 12:39 Pero sabed esto, que si supiese el padre de familia a qué hora el ladrón había de venir, velaría ciertamente, y no dejaría minar su casa. 12:40 Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá. 12:41 Entonces Pedro le dijo: Señor, ¿dices esta parábola a nosotros, o también a todos? 12:42 Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración? 12:43 Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así. 12:44 En verdad os digo que le pondrá sobre todos sus bienes. 12:45 Mas si aquel siervo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; y comenzare a golpear a los criados y a las criadas, y a comer y beber y embriagarse, 12:46 vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, y le castigará duramente, y le pondrá con los infieles. 12:47 Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes. 12:48 Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá. 12:49 Fuego vine a echar en la tierra; ¿y qué quiero, si ya se ha encendido? 12:50 De un bautismo tengo que ser bautizado; y ¡cómo me angustio hasta que se cumpla! 12:51 ¿Pensáis que he venido para dar paz en la tierra? Os digo: No, sino disensión. 12:52 Porque de aquí en adelante, cinco en una familia estarán divididos, tres contra dos, y dos contra tres. 12:53 Estará dividido el padre contra el hijo, y el hijo contra el padre; la madre contra la hija, y la hija contra la madre; la suegra contra su nuera, y la nuera contra su suegra. 12:54 Decía también a la multitud: Cuando veis la nube que sale del poniente, luego decís: Agua viene; y así sucede. 12:55 Y cuando sopla el viento del sur, decís: Hará calor; y lo hace. 12:56 ¡Hipócritas! Sabéis distinguir el aspecto del cielo y de la tierra; ¿y cómo no distinguís este tiempo? 12:57 ¿Y por qué no juzgáis por vosotros mismos lo que es justo? 12:58 Cuando vayas al magistrado con tu adversario, procura en el camino arreglarte con él, no sea que te arrastre al juez, y el juez te entregue al alguacil, y el alguacil te meta en la cárcel. 12:59 Te digo que no saldrás de allí, hasta que hayas pagado aun la última blanca.