Fortaleza mía, en ti confiaré... eres mi alto refugio. Te amo Jesucristo, mi vida, mi Rey, mi Salvador
Nadie como mi Dios, NADIE. Sólo el es BUENO, JUSTO; FIEL. Nuestro Salvador y único refugio en medio de la angustia.. No hay palabras para alabarle, para agradecerle, para glorificarle...Pero no me quedaré callado, desde el fondo de mi ser, desde el fondo de mi espíritu alzo mi voz para bendecir al eterno YO SOY, mi Señor, Mi esposo, mi vida, mi sentido de ser.