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Mateo 14:22: "En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud" Los discípulos estaban asustados con muchos problemas y a punto de naufragar, porque habían salido sin Jesús, así como tú puedes tener dificultades. Cristo ya venció al mundo, confía, Él venció por ti, tienes garantías de ganar. ¡Eres un vencedor! Tu primera victoria fue llegar al vientre de tu madre, pero el diablo se encargó de hacerte creer otra cosa. Eres templo del Espíritu Santo, te debes convertir en la morada de Jesús en la tierra, pues ya no vives tú, Cristo vive en ti. Muere a tus pasiones y deseos, deja de vivir para tu egoísmo y hazlo para el propósito de Dios. Dios sabe cuáles son tus necesidades y te dará conforme a sus riquezas en gloria, pero lo hará cuando ya no te importe nada, solo agradar el corazón de Jesús. Mateo 12:29: "Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús." Jesús alivia tus cargas, restaura tu corazón cuando has caído y te levanta para seguir. Tienes que amar tanto a Jesús y su propósito que ya no importe gastar toda tu vida en servirle. Es una gran honra hacer algo por Él, es un gran gozo saber que Dios cuenta contigo. No te apegues a nada de este mundo, aprende a disfrutar las alegrías y las dificultades de una vida con Cristo, pues en las bajadas es cuando más verás la gloria y la misericordia de Dios. En el día malo, como buen hijo y siervo fiel, canta alabanzas. Cuando dejas de estar extraviado de Jesús, aprendes a estar abrazado a Él, sabiendo que guarda lo tuyo mientras haces Su voluntad. ¡No pierdas a Jesús! Un momento desprendido de Su presencia puede costarte muy caro. Cuando pierdes a Jesús, no sientes su presencia, no sabes cuándo llega o cuándo se va, pero Él te desea celosamente, está esperando que corras a Él. Hay una urgencia de Jesús en reencontrarse contigo. La forma de encontrar a Jesús es amándolo intensamente, así vas a sentir de nuevo su amor y su gracia. Deja de enfocarte en tus problemas y en tu propio mundo, entrégate a Jesús total y absolutamente. Anhela enamorarte tanto de Él, que tus propios asuntos pasen a segundo plano. Mateo 12:30 "Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame!" Cuando estás unido a Jesús y son uno solo, le das espacio para que sus actitudes se manifiesten en ti. Él te va a defender, deja de preocuparte, porque tienes un abogado, un juez justo. No perdamos a Jesús en medio de los problemas. Mira a Jesús, Él se derramó por ti, tienes la mirada en el lugar equivocado, alza los ojos a los montes porque de Dios viene tu socorro. Mateo 12:31: "Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?" El secreto para tener victoria es solo ir a Jesús, porque es quien tiene provisión para tu problema. No quites tu mirada de Jesús, para que no te hundas. Resiste, aguanta, para que el diablo huya de ti; resiste mirando a Jesús, el autor y consumador de tu fe. No apartes tu mirada de Jesús, Él te sostiene, no temas, te ayudará. No puedes vivir sin estar en Su presencia, Él te espera, búscalo. Derrama tu vida delante de Él.