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* Ver en alta definición * (720p) subtítulos en español. Spanish subtitles, English audio. Una representación de la Nueva Jerusalén, la Ciudad Santa, como se describe en el libro bíblico de Apocalipsis, capítulos 21, 22 and 7. ★ Follow me on Facebook - https://www.facebook.com/pages/John8thirtytwo-Publishing/218268251692041 ★ Follow me on Twitter - https://twitter.com/John8thirtytwo ★ Visit my Website - http://www.john8thirtytwo.com/ Derechos de Autor 2011. Todos los derechos reservados-John8thirtytwo Publishing, Canadá - Todos los subtítulos citados de la Biblia Reina-Valera (Dominio Público) Yo Juan, vuestro hermano, y participante en la tribulación y en el reino, y en la paciencia de Jesucristo,estaba en la isla que es llamada Patmos, por la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo.Yo fuí en el Espíritu en el día del Señor....Y vino á mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete postreras plagas, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la esposa, mujer del Cordero.Y llevóme en Espíritu á un grande y alto monte,y me mostró la grande ciudad santa de Jerusalem, que descendía del cielo de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.Teniendo la claridad de Dios: y su luz era semejante á una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, resplandeciente como cristal. mas la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio. Y tenía un muro grande y alto con, Y el material de su muro era de jaspe. Y el muro de la ciudad tenía doce fundamentos, y en ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero. Y los fundamentos del muro de la ciudad estaban adornados de toda piedra preciosa. El primer fundamento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero,calcedonia; el cuarto, esmeralda; El quinto, sardónica; el sexto, sardio; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el nono, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista. Y tenía un muro grande y alto con doce puertas. Y las doce puertas eran doce perlas, en cada una, una; cada puerta era de una perla. y en las puertas, doce ángeles, y nombres escritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel. Al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al mediodiá tres puertas; al poniente tres puertas. Y el que hablaba conmigo, tenía una medida de una caña de oro para medir la ciudad, y sus puertas, y su muro. Y la ciudad está situada y puesta en cuadro, y su largura es tanta como su anchura: y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios: la largura y la altura y la anchura de ella son iguales. Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es del ángel. DESPUÉS me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. En el medio de la plaza de ella....Y la plaza de la ciudad era de oro puro como vidrio trasparente. y de la una y de la otra parte del río, estaba el árbol de la vida, que lleva doce frutos, dando cada mes su fruto: y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones. Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero. Y la ciudad no tenía necesidad de sol, ni de luna, para que resplandezcan en ella:porque la claridad de Dios la iluminó, y el Cordero era su lumbrera. Y allí no habrá más noche; y no tienen necesidad de lumbre de antorcha, ni de lumbre de sol: porque el Señor Dios los alumbrará: y reinarán para siempre jamás. Y no habrá más maldición; sino que el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán. Y verán su cara; y su nombre estará en sus frentes. Y las naciones que hubieren sido salvas andarán en la lumbre de ella: y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor á ella Y sus puertas nunca serán cerradas de día, porque allí no habrá noche. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y el mismo Dios será su Dios con ellos. Y limpiará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y la muerte no será más; y no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor: porque las primeras cosas son pasadas. Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas. Y díjome: Hecho es. Yo soy Alpha y Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré de la fuente del agua de vida gratuitamente. El que venciere, poseerá todas las cosas; y yo seré su Dios, y él será mi hijo. Bienaventurados los que guardan sus mandamientos,