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Jesús, jamás se negaría a los ruegos de su Santa Madre. Por eso los pecadores de este mundo, acudimos a ella, como abogada de los Cristianos. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar y gozar, las gracias y las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amèn.