9m 49slongitud

Meditación Oración Al Padre Nuestro (Inspirado en Un Curso De Milagros) Padre nuestro que estas en el cielo He entendido Padre que el cielo es un estado de consciencia, tu eterna presencia la he olvidado creyéndome en error apartado de ti, hoy quiero permitirme experimentar ese cielo, aquí y ahora, y saber que sigo siendo tal como tu me creaste, inocente y eternamente en gracia. Santificado Sea Tu Nombre Tu Santo Nombre Padre, esta impreso en el hijo que creaste en Tu amorosa extensión de Amor. Si me busco a mismo en el silencio, el canto de Tu Nombre me recuerda la abarcante unión en todo lo que Tú creaste en Amor. Me fundo en Tu presencia y aquello que se experimenta en dos, en un milagro se convierte en uno, y en esa unión Tu Nombre Santo Es. Venga a nosotros tu Reino Y sea tu reino que esta formado por la verdad, y no el nuestro el que prevalezca. Sea tu reino, ausente de cualquier duda o cuestionamiento, y que encontrándose más allá de la forma y en la eternidad, aun así, contiene todas las pequeñas respuestas. Hágase Tu Reino en toda consciencia y desde hay que se extienda jubiloso por el mundo, ofreciendo el reflejo de tu ternura, liberación, paz, amor. Hágase tu Voluntad como en el cielo igual en la tierra Tu Voluntad Padre se encuentra en los eternos regalos que a tu hijo distes en el momento de su creación, Todo placer real procede de hacer tu Voluntad, y cuando se reconoce la verdad, la voluntad queda libre y no puede crear falsamente; que mi deseo de hacer tu voluntad se fortalezca, para que en este mundo de creencias e interpretaciones, la voz que habla por ti, sea siempre la elección que escuche y quiera tomar. Danos hoy nuestro pan de cada día Y que puedo necesitar cuando en tu Reino estoy. Me pongo a un lado y abandono cualquier ídolo que en un afán imposible, crea anteponerse a la plenitud, con su idea demente de separación, carencia, miedo y muerte, Tu alimento, es el recuerdo perdido de lo que soy, y saber que todo obra para bien sin excepciones, si permito que a un lado quede el juicio de aquello que fabrique para esconder la luz. Acepto el pan que en cada día, en cada situación, en todo pensamiento y en todo tiempo obtengo, cuando veo mas allá de lo que invente. Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a quienes nos han ofendido En el perdón se encuentra la llave que en un mundo de formas, llena el vacio que el miedo engendro. Tu, Padre, nos sabes inocentes, inmutables y en la eternidad, mas aquí donde creo estar, el perdón, sana la loca percepción de creerme separado de Ti, y perdonando aquello que proyecte en error, logro la curación de aquello que es imposible; y entonces ya no hay ofensas, veo corrección, veo amor, veo la liberación y de lo profundo de mi ser surge la paz y la voz que dice que no hace falta ser perdonado, sino ser despertado, porque mas allá del perdón consumado esta tu recuerdo, más allá de las creencias e interpretaciones estas Tu, y estamos todos en uno solo. No nos dejes caer en tentación Porque sedo a la tentación al no querer entender que solo tengo una necesidad, ayúdame a ver en lo múltiple y en lo variante una sola cosa, no pido nada, ya lo distes todo, y en esa certeza que se alimenta de lo indestructible, radica la paz que como regalo de plenitud distes a tu hijo. Que no caiga en la tentación de valerme del pasado para responder en el hoy, que no caiga en la tentación de evadirme a un futuro mejor o peor, quiero entender que morar en el presente es perdón, y que no me impida a mi mismo, saborear la quietud de estar en la presencia de tu hermosa luz y la verdad. Y líbranos del Mal Que es librarme de una moneda de dos caras, es librarme de las ilusiones que forje en un intento de crear por mi cuenta. Mas allá de lo opuestos, descanso, renunciando a todo cuanto creo de mí, y en una aceptación de aquello que todo lo abarca, me fusiono en el regalo de la creación y tu reino. Y ya sin temor, la comunicación con tu hijo se restablece, sin importar donde quiera que este se encuentre y cualquiera sea la forma que parezca tomar. Un mundo de formas pierde sentido y todo ídolo se trasluce, desapareciendo en su imposible afán ocultar lo que soy. Amen