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ÚNETE A NUESTRO GRUPO EN FACEBOOK: http://www.facebook.com/darmiedoproducciones En distintas partes del mundo se han encontrado grabados y obras que plantean una posible presencia extraterrestre en nuestro pasado. (Terra.cl) FOTOS: LOS OVNIS EN LA ANTIGÜEDAD SANTIAGO, agosto 12, 2005.- Aunque los estudiosos del fenómeno de los objetos voladores no identificados afirman que la época moderna de los ovnis nace a partir del 24 de junio de 1947, con el avistamiento del piloto civil Kenneth Arnold cercano al monte Rainer en EEUU, no se puede hacer caso omiso a una gran cantidad de pruebas que manifiestan claramente la presencia de estos extraños objetos en nuestro pasado, tanto prehistórico como en el medioevo. En diversos grabados y obras pictóricas algunos artistas han plasmado una realidad que en ese tiempo no se vivía como ahora, y en que los fenómenos cósmicos, ya sean naturales o artificiales eran vistos como señales de los dioses. LA CREACIÓN "Y los Maestros Gigantes hablaron, así como los Dominadores, los Poderosos del Cielo: Es tiempo de concentrarse de nuevo sobre los signos de nuestro hombre construido, de nuestro hombre formado, como nuestro sostén, nuestro nutridor, nuestro invocador, nuestro conmemorador. Haced pues que seamos invocados, que seamos adorados, que seamos conmemorados, por el hombre construido, el hombre formado, el hombre maniquíý, el hombre moldeado..." De esta forma el Popol Vuh, el libro sagrado de la cultura Maya quiche plantea la creación del hombre en la Tierra. No hay dudas que lo manifestado en el Popol Vuh es una visión muy cosmogónica de una realidad que escapa a las explicaciones más cientificistas, especialmente cuando se trata de la posible presencia de civilizaciones inteligentes procedentes del espacio en nuestro pasado. La epopeya sánscrita del Mahabharata presenta a Maia, el constructor, el ingeniero y arquitecto de los asuras, diseño y construyo un gran habitáculo de metal, que fue trasladado al cielo. Era solamente uno de muchos habitaculos similares. Cada una de las divinidades Indra, Yama, Varuna, Kuvera y Brahma, disponía de uno de estos aparatos metálicos y voladores. El gran sabio de la antigua tradición, Narada, explica que la ciudad volante de Indra se hallaba ininterrumpidamente en el espacio. Estaba rodeada de una pared blanca, que producía destellos de luz cuando el vehículo se desplazaba por el firmamento. También Valmiki, el autor de la otra gran epopeya hindú, el Ramayana, nos habla con absoluta naturalidad de los vehículos que —a voluntad de su piloto— volaban libremente por el aire. También eran metálicos y brillaba en el cielo. Cabe destacar que los aparatos voladores se denominaban "Vimanas", y tenían gran similitud con los dirigibles actuales.