Andrés tiene el honor de haber sido el primer discípulo que tuvo Jesús pues fue el primero en ser llamado. El y su hermano Pedro eran discípulos de Juan el Bautista. Juan el Bautista al ver pasar a Jesús exclamó: "He ahí el cordero de Dios". Andrés se emocionó al oír semejante elogio y se fue detrás de Jesús. Jesús se volvió y les dijo: "¿Qué buscan?". Ellos le dijeron: "Señor: ¿dónde vives?". Jesús les respondió: "Venga y verán". Y se fueron y pasaron con Él aquella tarde. Andrés jamás olvidaría el momento y la hora y el sitio donde estaban cuando Jesús les dijo: "Vengan y verán". Esa llamada cambió su vida para siempre.(Juan 1:35-39) Andrés se fue luego donde su hermano Simón y le dijo: "Hemos encontrado al Salvador del mundo" y lo llevó a donde Jesús. Así le consiguió a Cristo un formidable amigo, el gran Pedro. (Juan 1:40-42) Al principio Andrés y Simón no iban con Jesús continuamente sino que acudían a escucharle siempre que podían, y luego regresaban a sus labores de pesca. Pero cuando el Salvador volvió a Galilea, encontró a Andrés y a Simón remendando sus redes y les dijo: "Vengan y me siguen", y ellos dejando a sus familias y a sus negocios y a sus redes, se fueron definitivamente con Jesús. Después de la pesca milagrosa, Cristo les dijo: "De ahora en adelante serán pescadores de hombres". Andrés presenció la mayoría de los milagros que hizo Jesús y escuchó, uno por uno, sus maravillosos sermones. Vivió junto a Él en los 3 años de su ministerio. Después de la resurrección y el retorno de Cristo al cielo,en el día de Pentecostés, Andrés recibió junto con los demás apóstoles y los que creían en Jesús, al Espíritu Santo (Hechos 2). De ahí y en adelante se dedicó a predicar el evangelio con gran valentía.
