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Tomaremos en esta oportunidad al profeta Elías y consideraremos algunos aspectos importantes de su carácter. - Hombre de Oración (Santiago 5:17) Elías no era un súper hombre diferente de nosotros, Santiago señala que Elías era un hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, esto no quiere decir que vivía pecando, sino que el profeta experimentaba momentos difíciles, temores, desánimos, opresiones, dolor, hambre, inclusive dudas. Sin embargo el relato bíblico señala que oró fervientemente y sucedieron cosas extraordinarias. La falta de oración en nuestras vidas impide que podamos mirar cosas extraordinarias suceder a nuestro alrededor. Sencillamente es que no hemos considerado que la oración es un arma poderosísima y que Dios todo lo que hace, lo hace, a través de la oración. Queremos tener ministerios éxitos sin orar, vencer sobre la tentación sin orar, ver cosas extraordinarias suceder sin orar y tantas cosas más y todas ellas sin orar. Es imposible vivir una vida de victoria alejados del altar de la oración. Somos fortalecidos cuando nos acercamos a Dios en oración, él se revela a nosotros, nos hace conocer sus planes. - Hombre Poderoso (Autoridad – I Reyes 17:1) Elías era un hombre revestido de autoridad, una autoridad nacida en Dios que debía ser utilizada contra el reino de tinieblas y desafío a buscar del Dios verdadero. La autoridad no son gritos, ni manifestaciones de egos alimentados por el machismo. La autoridad espiritual nace de la obediencia y de una convicción firme de lo que dice la Palabra de Dios. Autoridad se define como: “carácter o representación de una persona por su empleo, merito o nacimiento” también como: “Persona revestida de algún poder”. - Hombre de mucho Estudio (Deuteronomio 13:5) Elías conocía perfectamente lo que la ley decía en cuanto a los profetas falsos y los soñadores de sueños que apartaban al pueblo de Israel del verdadero Dios. La ley decía que tales profetas y soñadores de sueños debían morir. Por este conocimiento mato a los profetas de Baal en el monte. El hombre que quiere servir a Dios de una forma efectiva deberá sacar suficiente tiempo para estudiar lo quela Palabra de Dios dice. Debemos ser siervos diligentes en conocer lo quela Biblia enseña para que podamos desarrollar ministerios efectivos que Glorifiquen el nombre del Señor y sean de utilidad para su pueblo. - Hombre Abastecido (I Reyes 17:6) Cuando hablamos de abastecido, lo que tratamos de decir es que Elías disfrutaba de un Dios que suple las necesidades ante toda circunstancia. También David en el Salmo 23 señala que el Señor es su pastor y que nada le faltara. Cada uno de estos varones de Dios experimentó a un Dios suplidor, que cuidaba de ellos. Nosotros debemos tener la seguridad que el Dios de estos hombres es nuestro Dios también y así como suplió las necesidades de ellos, suplirá también todas las necesidades nuestras. - Hombre Protegido (I Reyes 18:10) No solamente podemos tener la seguridad de que nada nos faltara si estamos en el Señor, sino que también él nos protegerá y en su mano estaremos seguros. Nuestro enemigo no podrá vernos. El Salmo 91 nos dice que con sus plumas nos cubrirá y debajo de sus alas estaremos seguros. El Señor es nuestro protector, no debemos temer, aún a sus ángeles mandara acerca de nosotros, que nos guarden en todos nuestros caminos, que victoria. - Hombre Paciente (I Reyes 17:7) Uno de los problemas más grandes que tenemos es nuestra impaciencia. Este elemento de impaciencia nos priva también de muchas bendiciones preparadas por Dios. El no ser pacientes provoca en nosotros que en muchas ocasiones nos adelantemos a los planes de Dios, lo cual ocasiona que no alcanzamos aquello que Dios a preparado y podamos gozarnos en él. La obra de Dios demanda paciencia, solo así veremos almas salvarse, creyentes crecer, personas ser restauradas y también la iglesia crecer. - Hombre Perseguido (I Reyes 19:2) El profeta se convirtió en un hombre amenazado y perseguido por honrar a Dios y caminar en obediencia a su palabra. Las amenazas muchas veces pueden inquietarnos e inclusive si no sabemos manejarlas podrían provocar la pérdida de la paz y la seguridad en Dios. El diablo usa mucho esa herramienta para amedrentarnos y poner temor en nosotros. El Señor Jesús dijo: “que nada os dañara”, eso lo que quiere decir es que no debemos temer la venganza infernal. La puertas del infierno no prevalecerán contra la iglesia dijo también Jesús. En otras ocasiones somos perseguidos por querer llevar acabo los propósitos del Señor en nuestra vida y ministerio; por caminar en una visión amplia y no querer detenernos en ir más allá.