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La figura de Job y el concepto "prueba" son idénticos. La prueba de Job explica que toda prueba es inexplicable. Si podemos explicar las pruebas en nuestra vida, ya no son pruebas. 1. ¿Cómo era Job antes de la prueba? El Señor mismo testifica algo grande acerca de él: "No hay otro como él en la tierra" (Job 1:8). La Palabra de Dios lo destaca como una de las tres columnas de la historia de la salvación (Noé, Daniel, Job - comp. Ezequiel 14:14). 2. ¿Por qué, entonces, tuvo que sufrir precisamente este hombre justo y temeroso de Dios como pocos, una prueba tan difícil? Muchos pequeños y grandes "Job" luvhan con esta pregunta. Hay que decir al respecto que la prueba de Job no era una especie de castigo por causa de sus pecados, ya que estaba demasiado firme y fielmente a su Señor. Pero en el primer capítulo nos brinda una visión: La causa de las pruebas de Job, no se encontraba en la tierra sino en el cielo. Nosotros ahora podemos ver esto; Job no podía verlo. La difícil prueba de Job comenzó en el mundo espiritual. Nació del conflicto de Dios y Satanás. Vemos en Job 1:6 que Satanás viene a la presencia del Señor, y escuchamos las palabras del Señor; "¿No has considerado a mi siervo job?" Sin embargo, el príncipe de las tinieblas quiere desmentir la declaración "mi siervo": "No tu siervo, sino mi siervo. Tú lo has bendecido, de esta manera todos pueden decir ser creyentes. pero toca lo que tiene, y verás si no blasfema contra Ti en tu misma preencia" (comp. vv. 8-11). Aquí reconocemos que las pruebas de Job no eran simplemente casuales, los así llamados golpes del destino, sino que tenían un inmenso y profundo significado. Se trataba de la honra del Señor: ¿Iba a tener razón El, el Señor, o Satanás? 3. ¿Por qué eres tú sometido a pruebas? ¡Para que la aseveración de Satanás ante el trono de Dios, de que en realidad no eres sincero en tu entrega,se revele como mentira! ¡Se trata de la honra del Señor! ¿Cuán limitado es nuestro horizonte! En cada prueba amenazamos con perder el equilibrio interior; sin embargo, el aferrarnos al Señor Lo glorifica, y nuestro fracaso le da razón a Satanás. En la vida de Job, vemos pruebas en las cuales se manifiesta de manera brillante lo firmemente que se aferra al Señor.