Romanos 1:3-4 Acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según la carne, que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos. Es importante entender los fundamentos de nuestra fe, porque si nosotros abandonamos los fundamentos de nuestra fe, ¿Qué será de la Iglesia en un futuro? Las bases fundamentales de nuestra fe cristiana son la muerte de Jesús, la resurrección de Jesús y la segunda venida de Jesús. Si nos ponemos a comparar con otras religiones, nuestra fe es la fe que excede toda naturaleza humana y se sobrepone a todo lo horizontal, no es una suma de formas de pensar, doctrinas o conceptos, ¡es la fe! y como es fe está basado en algo que es sobrenatural. Por tal motivo, predicamos la muerte y la resurrección de Cristo y no solamente hablamos de Jesús como salvador sino del por qué Jesús puede salvar a alguien... y lo puede salvar porque ya Jesús murió y resucitó. Si no hubiera resucitado y estuviera muerto no tuviera el poder de darle vida a nadie más. Aunque al igual que otras religiones, nos regimos por enseñanzas y doctrinas, nuestro Dios no está en la tumba donde lo pusieron, él resucitó de entre los muertos y se sentó a la diestra del Padre, por eso Él vive y porque Él vive, puede darnos vida. No creemos en un Dios muerto, creemos en un Dios que resucitó y eso nos mete en lo sobrenatural de manera inmediata. Por eso es imposible que una persona diga que cree en Jesús y viva una vida completamente natural. Por tal motivo, de un creyente cristiano se espera una explosión de poder y de unción, una explosión sobrenatural en su vida. Nuestra base de fe es algo sobrenatural, porque creemos en un Dios que resucitó.
