Desde niño me han llamado la atención las profecías. En ellas veo evidencia de un Dios omniciente que se preocupa y trabaja por nosotros. Las llamadas profecías apocalípticas, aquellas que se refieren a los eventos finales y el fin de este mundo, han sido dadas en forma progresiva de lo simple a lo complejo. La profecía del capítulo 2 de Daniel es la profecía base, pues es la más simple y fácil de entender. Por eso mismo es la primera que se presenta el libro de Daniel. Esta profecía del capítulo 2 cubre desde los días de Daniel hasta el fin del mundo; y todas las demás profecías que le siguen hacen exactamente lo mismo; cubren desde los días de Daniel hasta el fin del mundo. Solo que cada profecía añade más detalles, pero todas ellas corren paralelas. En esta profecía del capítulo 2 aparece un símbolo (la estatua) y se da el significado de ese símbolo. Lo mismo ocurrirá en las profecías que le siguen. Cualquier interpretación que contradiga el significado que la misma Biblia da, no es sino ficción.
