Desde niño me han llamado la atención las profecías. En ellas veo evidencia de un Dios omnisciente que se preocupa y trabaja por nosotros. La profecía del capítulo 8 de Daniel es paralela con las profecías de los capítulos 2 y 7. Solo que en la profecía del capítulo 8, el reino de Babilonia, que ya llegaba a su fin, es pasado por alto. De hecho, la profecía del capítulo 8 es una profecía inconclusa, cuya explicación continuará en el capítulo 9; y ya para entonces, el Imperio Babilónico habrá dejado de existir. Así como las profecías de los capítulos 2 y 7 cubren desde los días de Daniel hasta el fin del mundo; esta profecía del capítulo 8 hace exactamente lo mismo; cubren desde los días de Daniel hasta el fin del mundo. Pero esta la profecía del capítulo 8, es dada para añadir más detalles. Sin embargo, a simple vista pareciera que solo repite lo mismo que ya fue dicho en el capítulo 7. Es que la profecía del capítulo 8 es una profecía inconclusa que continúa en el capítulo 9. Al igual que en los capítulos 2 y 7, en esta profecía del capítulo 8 aparecen muchos símbolos (el carnero, el macho cabrío y los cuernos), pero al igual que en las profecías anteriores, en la misma profecía se explica el significado de esos símbolos. Pero como ya dijimos, esta es una profecía inconclusa. Y es precisamente la parte donde se da la explicación la que queda inconclusa.
