2m 2slongitud

En Misión de Amor ofrecemos espacio y tiempo para retirarse enfocar en el Amor y el perdón: “Amar a Dios sobre todas las cosas, y al prójimo como a uno mismo”. Decirle “Padre Nuestro” y perdonar apoyado en el Espíritu de Dios para amar al prójimo y a uno mismo. El amor existe, pero es nuestra decisión encarnarlo en nuestras vidas. El amor es misericordia y compasión que nos entrega el Padre Nuestro, con el perdón para perdonar deudas y ofensas de nuestro prójimo y de nosotros mismos. Tenemos conciencia del amor cuando en la oración el diálogo es un intercambio de amor del Espíritu de Dios a través de nuestro espíritu. La oración se logra siguiendo las indicaciones de Cristo (Mateo 6:5-7): Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas; porque a ellos les gusta ponerse en pie y orar en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos por los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa. Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cuando hayas cerrado la puerta, ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Y al orar, no uséis repeticiones sin sentido, como los gentiles, porque ellos se imaginan que serán oídos por su palabrería.