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Un día con Jesús nunca se parece a otro, con Jesús no hay religión. La monotonía mata tu relación con Jesús. Debes buscar en Jesús, algo nuevo: no una Iglesia o doctrina, sino una nueva relación con Él. La disciplina no es espontaneidad y relación, es monotonía. Las personas prefieren una disciplina religiosa, pues una relación te expone depender del Espíritu Santo para estar en conexión constante con Jesús. Sorpréndelo con un deseo por Su presencia, sin importar el lugar con quien estés. Mateo 8:26-27: “El les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza. Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y el mar le obedecen?” Los discípulos están con Jesús en una barca en medio de una gran tempestad. A pesar de la fuerte lluvia, Jesús dormía. Al despertar, les reprende porque estaban asustados y tenían poca fe. Sin embargo, se paró en medio del caos y calló a la tormenta. Esto quiere decir que, todo lo que Dios creó le obedece, por esa razón, lo que existe se sujeta a la autoridad de Dios. Los discípulos estaban sorprendidos por la autoridad demostrada por Jesús hacia la tormenta. Por ello, no te aflijas, Él vive por la fe en tu corazón y es capaz de callar cualquier situación en tu vida. La gente siente paz cuando todo está tranquilo, pero ¿qué cuando estás en medio de la situación difícil? La verdadera paz proviene de lo que tienes dentro, no fuera, esa es la paz que Jesús les da a todos los creyentes. Jesús no es historia o religión; es la vida de los hombres. Tu seguridad, no son los títulos universitarios o el dinero, es que Jesús se monte en tu barco. La única garantía que tu vida no se hunda, es que Jesús este contigo. Puede que pases por la tormenta, pero Jesús se pondrá de pie y le dirá: ¡calla y enmudece! No importa cuánto sepas, deja que Jesús maneje esa situación. Las tormentas no se detienen con la doctrina, sino con una relación verdadera con Dios. Tu vida próximamente entrará en una bonanza, porque Jesús se parará sobre esa circunstancia. La solemnidad no trae autoridad, sino religión. Establece una relación sencilla y espontánea con Dios, sin ceremonias, eso agrada Su corazón. La Palabra establece que debes acercarte confiadamente al Trono de la Gracia. Dios no quiere una relación contigo solo de “domingos” cuando vienes a la Iglesia, Jesús es una vida. Debe ser tu primera opción, ante el problema, no seas sabio en tu propia opinión. La paz no es ausencia de truenos o durante la quietud, la paz es Jesús en tu corazón. La tormenta está para que aceptes que sin Dios nada lo puedes lograr y acudas a Él con humildad. Estar con Jesús no va a omitir los problemas, sin embargo, la garantía que esa tormenta va a cesar es que Jesús se encuentre en tu barco.