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“Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres. Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.” (Mateo 5:13-14) En el Sermón de las Bienaventuranzas, Jesús enseña sobre tres aspectos que deben ser parte integral de sus seguidores: carácter, conducta e influencia. 3) Sobre la Influencia Si nuestras palabras y acciones no concuerdan con los principios del reino, no tendremos la influencia para darle sabor a la vida de otros, ni tendremos la luz de Dios en nosotros para que “El pueblo asentado en tinieblas y en región de sombra de muerte sea alumbrado”. Mt. 4:16. Nuestro llamado es ser como ese salero que se pone en el centro de la mesa, para que los comensales puedan encontrar el mejor sabor. Nuestro llamado es ser luz, en todo lugar y en todo tiempo para que el mundo se percate de nuestra fe. Ser luz es tener algo que decir y actuar en base a la Palabra de Dios. Ser luz es atraer la atención del necesitado y beneficiarlo con nuestras buenas obras; y si en nuestro caminar obtuvimos alguna gloria, devolvérsela a Dios para señalarle al mundo que nosotros no tenemos luz propia como la luna, sino que el Señor, como el sol, es nuestra luz, la fuente de todo. Pbro. Mario Sánchez Garza __________________________________ Vista nuestra página web: http://principedepazimmar.com/ Danos like en Facebook: http://www.facebook.com/PrincipeDePazIMMAR