0m 0slongitud

Venid, contemplad al Cristo herido, hecho luz, que ilumina verdadera esta mañana azul de primavera, todo aquel corazón que esté dormido. En su rostro veréis lo que ha sufrido soñando cada instante en ardua espera, no se pierda su sangre sementera sin que el mundo se haya convertido. Aún antes que la tarde haya venido, oiréis desde la Cruz el testamento, de un hombre por tres clavos sostenido. Siete palabras, son el alimento que dan al corazón nuevo latido, para vivir de amor, no de lamento. Autor del Soneto: Carlos Malillos Pregonero: Alvaro Gimeno