15m 32slongitud

En sus esfuerzos por alcanzar unión con la naturaleza, en los taoístas se creó una obsesión por lo duradero de esta y su poder de restaurarse a sí misma. Teorizaron que quizás si uno vivía en armonía con el Tao, o el camino de la naturaleza, de alguna manera podría penetrar en los secretos de la naturaleza y hacerse inmune al daño físico, a las enfermedades y hasta a la muerte. Aunque Lao-tsé nunca dio profunda consideración a esto, pasajes del Tao Te King parecían dar esa idea. Por ejemplo, el capítulo 16 dice: “Alcanzar unión con el Tao es eterno. Y aunque el cuerpo muere, el Tao nunca pasa”. El jainismo difiere del hinduismo en que rechaza la idea de un creador, ya que enseña que el mundo siempre ha existido. Hace particular hincapié en la doctrina de la ahimsa. El proceder no violento que el líder indio del siglo XX Mohandas Gandhi siguió durante su lucha por la independencia de la India fue en realidad una aplicación en el campo político de esta doctrina religiosa. Según el jainismo, la creencia correcta, el conocimiento correcto y la conducta correcta, combinados con la práctica del yoga, conducen a la liberación. Al mismo tiempo, sostiene que, básicamente, todo es cuestión de punto de vista, con lo que descarta las normas absolutas del bien y del mal. También sostiene la inmortalidad del alma. Este rasgo pone de relieve la actitud tolerante del hinduismo, de donde surgió el jainismo. El sijismo fue fundado por el gurú Nanak y sus seguidores creen en las enseñanzas de los diez gurús (Nanak y nueve sucesores) cuyos escritos están en el libro sagrado del sijismo, el Gurú Granth Sahib. Esta religión empezó a principios del siglo XVI cuando el gurú Nanak quiso tomar lo mejor del hinduismo y del islam para formar una religión unida. La misión de Nanak se puede declarar en una sola oración: “Tal como hay un solo Dios, y Él es nuestro Padre; por lo tanto, todos tenemos que ser hermanos”. Como los musulmanes, los sijíes creen en un solo Dios y prohíben el uso de ídolos. Siguen la tradición hindú de creer en un alma inmortal, la reencarnación y el karma. El lugar de adoración de los sijíes se llama un gurdwara. En vista de esto, es palpable que en toda religión del Lejano Oriente se cree en la doctrina de la inmortalidad del alma. ¿Puede ser esta una doctrina cristiana verdadera si es defendida por tantísimas religiones falsas?