"Quizás la oración más poderosa del Universo es el Ana B´Koach". Los Kabalistas revelan que esta secuencia de letras hebreas encierra el poder de la creación. El Ana B'koach está construido con 42 letras, que también son conocidas como las 42 letras del nombre de Dios. Cuando quiera que nosotros conectemos con el nombre de las 42 letras, estamos conectando con la fuerza primordial de la creación. Ana B'Koach Gedulat Y'mincha Tatir Tzururah Kabel Rinat AMCHA Sagveinu Tahareinu NORA Na Gibor Dorshe Yichudcha K'Vavat Shamreim Barchem Taharem Rachamem Tzidkatcha Tamid Gamlem CHASIN KADOSH B'rove Tuvecha Naheil Adatecha YACHID GEYEH L'Ameja P'nei Zochrei Kedushatecha Shavateinu Kabel Ushma Tza'akateinu YODEA TA'ALUMOT Ana B'Ko'ach (Ana Bejoaj o Ana B'Koach) fue escrita en el siglo primero por un gran rabino cabalístico - Rabino Nehonia. Se dice todos los días 2 veces, en la mañana y en la tarde, más a menudo, si es Shabat o Yontif (Día Santo). Línea 1: Esta es la línea más poderosa de la oración, creada para ser concentrada en el tiempo de estrés extremo o de peligro, la secuencia de ADN de la energía para proporcionar sustento en un momento de extrema necesidad. Línea 2: Otorga al orador el poder de mover los eventos y el control de las fuerzas negativas. Línea 3: Habilita uno con la capacidad de tomar la decisión correcta, con el equilibrio adecuado y la compasión. Línea 4: Otorga la resistencia necesaria para seguir adelante y victorioso. Línea 5: Proporciona la energía de la visión profunda, crea una forma de clarividencia que le permite al orador ver en el futuro. Línea 6: Proporciona la capacidad de encontrar la paz y la fuerza interior Línea 7: Otorga el poder de renovación que le permite a uno volver a empezar de nuevo La oración termina con algo que podríamos llamar el cable que hace tierra: Baruch, Shem, Kevod, Malchuto, Le´Olam, Va´ED. (última línea) Estas palabras se invocan en silencio al final de la oración con el propósito de manifestar el Nombre Santo en nuestro mundo de Maljut. En pocas palabras, después de haber rezado y meditado (Las 7 líneas), debemos conectar la oración que se encuentra en el reino metafísico, al reino físico y así manifestar nuestra intención en el mundo físico de Maljut.. Es mejor escucharla continuamente en alto volumen, para que se puede establecer una residencia en su ADN y recibir su efecto
