La iglesia está dormida y esto no debería pasar, necesitamos tener una iglesia viva, no hay que perder el tiempo, lo que es importante, es dirigirnos hacia la meta de ganar almas para Cristo y lo vamos a lograr activando la iglesia. La iglesia primitiva tenía pasión, compartían juntos y era una iglesia donde se añadían los que iban a ser salvos. El creyente aun cree que es suficiente congregarse los domingos, se necesita una iglesia activa que predique el evangelio, si nos descuidamos Venezuela puede ser Islámica, aquí en Puerto Ordaz hay cinco mezquitas. Cada día el Islamismo está adquiriendo más influencia en el mundo. Hay mucha pereza en pueblo de Dios, es necesario que abran su mente y su corazón y vean el problema, hay una confusión de doctrinas. La iglesia primitiva estaba clara en lo que quería. En el día del Pentecostés Pedro predicó a una gran multitud y hubo tres mil convertidos, hubo gran fervor, gran unción, el poder de Dios se manifestó y después del Pentecostés esto fue lo que sucedió: Hechos 2:43-47. Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón. Alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos. Yo quiero una iglesia viva en donde todas las maravillas de Dios puedan manifestarse cada día con poder y para eso necesitamos estar llenos del Espíritu Santo. Es tiempo de llevar la palabra en el poder de Dios. Una de las características principales del creyente debe ser la obediencia, Jesús fue obediente hasta la muerte, a él no le importó ir hasta el Jordán para ser bautizado por Juan el Bautista, recibió el bautismo del arrepentimient. (Mateo 3:13-17). Dios quiere una iglesia obediente, hijos obedientes que trabajen en su obra, una iglesia obediente es una iglesia viva. Una iglesia viva prepara y capacita a sus líderes para servir al Señor, tiene la llenura del Espíritu Santo y hay temor de Dios en las personas. Job tuvo temor de Dios, a pesar de todo lo que le sucedió se mantuvo integro. Job 2:3. Y Jehová dijo a Satanás no has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que todavía retiene su integridad, aun cuando tu me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa. Una iglesia viva no tiene temor de orar por los enfermos, los creyentes tienen en común todas las cosas y dan con generosidad voluntariamente; no hay manipulación con la ofrendas. Éxodo 35:22. Vinieron así hombres como mujeres, todos voluntarios de corazón, y trajeron cadenas y zarcillos, anillos y brazaletes y toda clase de joyas de oro; y todos presentaban ofrendas de oro a Jehová. Éxodo 36-5. Y hablaron a Moisés, diciendo: el pueblo trae mucho más de lo que se necesita para la obra que Jehová ha mandado que se haga. Una iglesia viva persevera en la palabra y en la oración. En Nehemias 8:18 dice que Esdras leía la ley de Dios cada día. A través de la palabra y la oración Dios da los lineamientos para la iglesia. Una iglesia viva, es una iglesia de adoración donde se mueve el poder de Dios. Isaías 12:1-2. En aquel día dirás: Cantaré a ti, oh Jehová; pues aunque te enojaste contra mi, tu indignación se apartó y me has consolado. He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová, quien ha sido salvación para mí. Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación. Una iglesia viva evangeliza y tiene un corazón misionero. Mateo 5:13-14. Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres. Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Somos luminares del mundo y debemos ser irreprensibles y sencillos. ¡Una iglesia viva se esfuerza por agradar a Dios!
